En general, se han obtenido resultados muy positivos. En el control de plagas y enfermedades, los formulados han mostrado niveles de eficacia similares, y en algunos casos superiores, a los productos fitosanitarios químicos utilizados habitualmente contra estos objetivos. Esta eficacia se ha traducido en un mantenimiento de los rendimientos agronómicos y de la calidad de los frutos, y en una disminución de la concentración de residuos de plaguicidas en el suelo y en las aguas de lixiviación de los campos de ensayo evaluados.
Estos resultados deberán consolidarse en la segunda campaña agrícola de 2022, y en la próxima se replicará su uso en otras zonas de la Unión Europea (Portugal e Italia) y en otros cultivos (tomate de transformación, en la finca experimental de CTAEX).